Pedro Páramo. capítulo 40a. Resumen.

Juan Preciado y Dorotea están escuchando a sus vecinos de sepultura. Uno de ellos comenta de cómo Pedro Páramo lo golpeó, pero no lo mató, al hacer averiguaciones buscando quién disparó y asesinó a don Lucas: padre de Pedro Páramo, durante una boda. Escuchan también a Susanita, última esposa de Pedro Páramo, también compañera de sepulcro, quien sigue hablando sola como lo hacía cuando vivía. De cómo cuando murió la madre de Susanita nadie se atrevió a entrar a su casa por miedo a contraer la tisis. Juan Preciado y Dorotea platican en su tumba también de cómo cuando Susanita murió, Pedro Páramo se sentó en un equipal mirando hacia donde la habían llevado a enterrar. Desde entonces la tierra fue abandonada y sus pobladores se fueron yendo uno a uno. Sólo se quedaron quienes no tenían a dónde ir o quienes esperaban la muerte de Pedro Páramo quien les había ofrecido heredarles sus bienes. Pero pasaron años y años y Pedro Páramo siguió vivo como un espantapájaros mirando hacia las tierras de la Media Luna. Y todo por habérsele muerto Susanita. "Ya te has de imaginar si la quería"

Retornar al Índice.

Retornar al capítulo 40a.